A través de una nota y de una serie de pancartas colocadas a lo largo y ancho del municipio riojanoalavés de Oyón, las trabajadoras auxiliares de enfermería reconocen estar saturadas por la elevada carga de trabajo y denuncian el caso omiso por parte de Diputación Foral de Álava y el Instituto Foral de Bienestar Social (IFBS).
«Llevamos años reclamando auxilio y solicitando a la dirección del centro, la subdirección del area de personas mayores, a la dirección gerencia y a los partidos políticos SOCORRO. No podemos más. Nuestro grito no sólo es de auxilio sino de desesperación. Todas nuestras peticiones no han sido ni escuchadas ni atendidas. Ninguno de los mencionados nos ayuda, nadie está protegiendo ni el desarrollo adecuado de nuestro trabajo ni nuestra profesión.
Nadie está ayudando a que las trabajadores y las personas usuarias podamos vivir en un ambiente normal, con unos ritmos de trabajo que nos permitan a las trabajadoras atender de manera adecuada y decente a las personas a las que debemos cuidar y procurar una existencia lo más digna posible.»
Denuncian contra con una plantilla «no dimensionada a las necesidades actuales de trabajo», aseverando la necesidad urgente de reforzar el personal, reclamando una persona fija en horario de mañana y otra en horario de tarde.
Aseguran también que la residencia de Oyón está acogiendo a personas de psicogeriatría, no estando adaptada para este tipo de usuarios.
«Nuestro grito de desesperación, esperemos que no se quede en meras palabras, en un grito sordo que nadie escucha. Queremos decir también alto y claro que no dejaremos de luchar por nuestra profesión, por nuestro trabajo, por intentar atender a las personas usuarias con una calidad que se merecen pero que a las personas responsables del Instituto Foral de Bienestar Social no les importa en absoluto».
Para finalizar, recuerdan que «ni nosotras ni las personas usuarias somos números, datos ni estadísticas», en un nuevo ejercicio de hacer escuchar sus repetidas reivindicaciones.